18 agosto, 2011

Y para un buen desayuno: Café con Shakespeare


Me despierto y lo primero que hago es leer un rato, hoy he leído dos maravillas "El peregrino apasionado" que no conocía y este soneto, traducidos no sólo con la música sino con imágenes verdaderamente arrolladoras, ambos textos son de Shakespeare. La radio por casualidad trasmite el concierto que más me fascina desde niña: ¡"el pájaro de fuego...!" de Stravinski, verdaderamente una linda mañana.


Cuando asedien tu faz cuarenta inviernos
y caven en tu campo sus trincheras,
tu traje juvenil, hoy tan preciado,
perdido su valor, será un andrajo.


A en dónde se halle entonces tu hermosura,
dónde el oro de días más lozano,
contestar que en la sima de tus ojos
burla sería o, alabanza pródiga.

¡Mas qué elogio merecería su uso
si pudieras decir: "Mi grácil hijo
salda mi cuenta y mi vejez escusa"
probando su hermosura al sucederte!

Volverías a hacerte joven viendo
cálida tu sangre que hallabas fría.







William Shakespeare.Poesía completa. Ed.y trad. Antonio Rivero Taravillo.Almuzara. Córdoba, 2009.



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