Habrás sido una música ciega en lo alto de un muro.
Mi larga maldición te pertenece como tus propios huesos,
llévatela contigo a la tierra
Cirlot
La epidermis de las palabras son la tinta que limita la mirada,
sólo el matiz de la luz se niega a revelar su misterio,
es un atisbo que se esconde tras un laberinto de pensamientos,
donde las palabras se trastocan en ninfas y faunos
que destierran el alma del tiempo y agrietan la memoria.
Entre los muros de agua seca,
los linderos del lenguaje son los acantilados de la razón,
en donde se despeñan cada uno de los alientos,
como una tormenta de viento azul profundo.
Y quien forja en solitario las palabras,
rompe universos de tinta en un yunque de renglones,
así se domestican las ventiscas de los versos,
y se amordazan levemente las pasiones del sentido,
que desgarran, a trocitos, aquel lejano suspiro que corroe el sueño.
La piel de las palabras es una epidermis trémula
que se agobia con llantos de tinta enmarañados al misterio,
sólo es una mirada rota por la remembranza
deambulando los blancos murmullos del silencio de la hoja.
L'l martes 13feb. ¿maldición poética?