25 febrero, 2020

Niña de sueños no correspondidos




Niña de sueños no correspondidos,
el rastro de tu pie es sólo viento,
todo rumbo se desorientó a tus espaldas,
fue un baile sin príncipe, ni besos encantados,
tus pisadas huyeron regando en carmesí todo silencio.

El mármol inscrito con tu nombre
es un hueco, como la última de tus miradas,
pequeña alondra que anidaste la sangre sin rastro,
los anhelos mutilados son tu cáliz y hoguera,
fuego que consume a trozos tus aleteos,
desmembraciones de cielo ante el destino negado.

Cada una de tus ilusiones tatuaron el grito,
revoloteo de nube prisionera por torrentes de sollozos.
Con alfileres, anclaron la luz, la inundaron de oscuras llagas
y en tu piel, la dulzura de tu alma escapó sigilosa
entre aquella lluvia que se precipitó como heridas de vacío,
agua de llanto inundando los abismos amargos que te cercaron.
¿serás gema reposando en los arenales?

De tu pecho brotó una aurora enrojecida,
y tu voz quebró el horizonte con sus arenas.
No eran ni canto, ni llanto, sólo aullidos de fatalidad,
campanadas secas en el desierto, clamando duelos
donde se marchitaron tus latidos ultrajados.

 Pequeña niña de sueños no correspondidos
¿dónde quedaron tus bailes y tu falda de agua?
la que gira entre nostalgia de las estrellas,
yo quería darte pequeñas rosas en botón,
no los nardos, ni estos cirios del vacío.

Dime niña...,
¿dónde quedaron tus cabellos? 
¿dónde arrojaron tus caricias?
hurgaré entre los recovecos de la niebla hasta hallar tu mirada.


©® Lucía de Luna









10 febrero, 2020