18 abril, 2012

Persuasión



Juegas a ser mar,
cielo de agua.


Anido en tu ombligo,
pestaña de mi silencio.

Trágame,
como el verde atardecer
que devora a las gaviotas.



4 comentarios:

  1. El mar juega a mecer, a arrullar lento, a descansar desnudo entre sus olas.

    Tan grato es dejarse envolver, mar,... pero sin gaviotas.

    Si me permites.
    Un abrazo

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  2. Dejarse mecer por las olas, con o sin gaviotas, parece la más dulce invitación de una hamaca.

    Breve y evocador.

    Un abrazo

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  3. Las gaviotas son silenciadas por el atardecer que convierte el agua azul en caldero de tinta del que se extraen las palabras con que alimentas tus versos.

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  4. Gracias por sus palabras Albada y Alfred. Gracias.

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