Razón y alegoría,
son como la piedra y el agua,
juntos forman el río.
Agotada, he andado trozos de un ciudad sin mareas, recorro arenal para descubrir un río de pedruscos con su larga sombrilla de voces de árboles, que recuerdan entre ellos cuando eran un bosque sin asfaltos, ni padecían estos largos alambres que les torturan las danzas de sus hojas y que aún hoy, se quejan emitiendo sacudidas y temblores.
Estos árboles se deshojan de puro berrinche, tapizando los cementos, a ver si con esta manifestación de transpiración natural, el bosque renace y expulsa, de una buena vez y de un solo tajo, a la intrusa ciudad que lo ahoga.
Estos árboles se deshojan de puro berrinche, tapizando los cementos, a ver si con esta manifestación de transpiración natural, el bosque renace y expulsa, de una buena vez y de un solo tajo, a la intrusa ciudad que lo ahoga.
L'l
me ha encantado el formato de tu blog
ResponderEliminary lo maravilloso que escribes
Mil gracias por tu lectura, perdona que no haya visto tu mensaje, estos textos los subí ya liada en mudanza y me quedé sin computadora varios meses y de verdad no había visto tu comentario, lo aprecio y gracias por leer y perdona que no haya contestado antes.
EliminarNaturaleza, cómo la estamos dejando... bello
ResponderEliminarMil gracias por leer, poco después de estas entradas me quede unos meses por mudanzas sin computo y sin internet, apenas ahora estoy regularizando el problema, aprecio tu comentario.
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