20 octubre, 2013

Lisonja de la nada




yo solo, mudo amante,
los hierros callaré de mis cadenas.
Góngora


Fugaz fuga de luz altero a los cielos,
y trazó cadenas de vacíos al universo.
Sólo una cauda del sueño que pisa tinieblas.
En brillante sombra se desvanecen las arenas
y ante la frágil mirada de lo incierto,
el ser alado cayó por sostener estrellas...
Abrevando paraísos fue negado por el sol.
Al perturbar las transparencias del aire, 
en su tinta quedaron vestigios de quimérica desolación,
huellas del exilio en lejanía con sabor a otro Edén. 


1 comentario:

  1. El exilio de la diáspora, ahora de los talentos, antes del hambre, arremolinas los haces de luz que acaban por iluminar el día en ese otro lugar.

    un abrazo.

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