El virtuoso está dentro de los palacios no en el mundo ordinario donde deambulamos anónimos con nuestros sueños hechos rollitos de deseos guardados como listas para un futuro, ahí, bien escondidos en la cartera.
Tenemos estructuras para todo, por lo que nos hemos olvidado de que los verdaderos contrarios se estampan en la realidad.
Y el mundo absorto por el tiempo, sin capacidad para detenerse y escuchar la maravilla al alcance de la mano y sin una taquilla filtrando y separando a los afortunados del oído con los que viven en silencio del asfalto y sus ruidos de modernidad.
¿Qué pasaría si Joshua Bell nos diera un concierto en Metro Balderas o el Zócalo?
http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/04/04/AR2007040401721.html
http://cultura.elpais.com/cultura/2007/04/09/actualidad/1176069601_850215.html
http://www.joshuabell.com/biography
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