15 noviembre, 2013

Alquimia de hielo


El cielo con su luz se ha marchado y una voz nocturna queda como eco frío de un silbido que golpea los cristales. Abajo, en la realidad, el aire deambula en olvido, traza breves remolinos de polvo como designios secretos. Arriba, la tempestad nos asecha, difícil arrancar secretos a la tinta.

Arduo es el trabajo que descifra entre versos la fría alquimia de los pensamientos. Cuesta escribir, las manos se entumecen como los pensamientos y sus latidos...  El hielo es sólo aire frío que nos recuerda cómo se deshojan los últimos días del año, como se desvanecen recuerdos y palabras.

Un atisbo, sólo un instante, un breve día que termino en desconcierto gélido y deambulo con paso firme marcando los límites de los puentes nocturnos. Me han contado que hay lugares en el mundo en que el invierno habla con voces de hielo hecho luz de estrellas como destellos de cristal, y hay voces que aguardan en el corazón, como si el universo descendiera a manos de los transeúntes del olvido, a pesar de los desiertos, con su gélido vacío. Y en estos páramos, los besos del hielo sonrojan la luna que se convierte en la única flama viva que navega estos huecos del viento. Así, la imagen de lo imposible se revela como un salto inaudito en el tiempo y en la piel de los sueños.






3 comentarios:

  1. Ese rubor es impostado, la luna coquetea usando todos los colores posibles.
    Abrazos, siempre

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