La mañana tersa, a pesar de su dulce reflejo, colapsó en grito y agua.
Y aquella danza de naipes
entre vino, versos y labios
ahora es páramo de un sueño arrasado.
El trueno penetró
esos cristales entre la mirada
y estallaron en añicos,
cada uno de los versos
engarzados al anhelo.
©Lucía
de Luna
Danzando con naipes.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=D5tpisFnrTQ&feature=related
Me encanto el video Arrop, exacto, tú sí estás comprendiendo el juego de estos reflejos, mil gracias y un beso. está divertidísimo :)
Eliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=D5tpisFnrTQ