10 mayo, 2012

Transparencia


Yo te arrojé de mi cuerpo...
Quedó mi cuerpo vacío,
negro saco, a la ventana.
Se fue.
Se fue, doblando las calles.
Mi cuerpo anduvo, sin nadie.
Alberti.





Asaltados los silencios por un destino irreversible,
el desierto extiende sus lenguas, manos de arenosa inmensidad.

Este páramo de tiempo sin oasis para mariposas cristalinas
en cuyos vuelos, astillan todo aire, como se craquelan los espejos vacíos.

El sueño es un pasado remoto que colgamos en la sombra,
desarmada de estrategia, nace la tormenta y sus abismos.

Menguada la voz baja del polvo, sólo queda el suspiro quebrado,
única deambulación de la danza lunar como partida imposible.

¿Qué es este tiempo que nos gira como caleidoscopio absurdo?

Vida tras vida, sólo avanzamos deshojándonos las miradas,
renacemos una y otra vez, pero continuamos el mismo lamento de lejanía.

En esta tierra ya no amanecen nubes púrpuras,
En estos lagos no nadan sirenas con sus cantos de agua,
En este cielo vacío no revolotean los milagros
Y todo fuego de labios ha quedado extinto.
No somos sangre, ni nombre, sino espíritu engarzado.

Entre cenizas, los sueños lucen desgranados y diminutos,
ante el silencio, hay que recorrer este absurdo salón de espejos,
para no encontrar, ni tus ojos, ni un reflejo de cauces o cascadas.

Irreversible destino de silencios que asaltan los vuelos
y la mariposa cristalina hace un milagro extraordinario,
sigilosa y discreta sobrevive a los desiertos en arenosa inmensidad.

Pero en esta tierra, no hay ojos que observen el milagro...


                                                                                        L'l /   ©Lucía de Luna





©Lucía de Luna

3 comentarios:

  1. En su corto vuelo, dicen que la fuerza de su aleteo, llegara a otros continentes, y es cierto.
    Este poema trae toda la fuerza del silencio impactante.
    Un abrazo.

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  2. Entre lunares de faralaes se desgranaban los sueños de un Federico imberbe.
    Que miraba a las palomas y a los tordos, a las promesas y al amor.
    En un vuelo corto en el tiempo y largo en el olvido, encontró tus ojos y los míos, que nos nutrieron de un río sin reflejos.
    Sólo de cauces y sonidos.
    Si me permites.

    Un abrazo

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  3. Tiempo, que rechaza cualquier
    Pregunta,
    Pausa,
    Premura,
    Silencio,
    Llanto.

    Tiempo eres tú.

    Silenciosa, premurosa, pausada, intrigantemente insondable.

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