Madrid es una ciudad de más de un millón de
cadáveres (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar
los perros, o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido, fluyendo
como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a dios, pregun
tándole por qué se pudre lentamente mi alma.
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en
esta ciudad de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lenta-
mente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?
Lectura de Dámaso:
Enlaces a unas líneas que escribí sobre: Trece Rosas
Un aroma de estrella marina y hielo es el único rastro que ahora fisura al mundo y sus vacíos. Canto de una sirena que cercena los giros del agua.
En este abismo emerge un gimoteo lánguido y seco, sollozo de lejanía donde se sostiene, con agudeza, el rastro de una breve pisada azul, ahí donde se degüella al desconsuelo y sus mareas.
Estos son los ritmos de las tempestades, las que a pedazos quiebran la paz del océano y flotan entre el oleaje, como los restos de un naufragio antiguo.
Trozos de las últimas lágrimas de la creación, agudo eco del principio del mundo y la vida.
Ya no es el llanto de aquella Sirena, en la que encalló el alma de Ulises, no, aquí, en este acuífero, es un desierto donde no quedan marineros que atiendan a estos milagros de voces entre algas y caracolas congeladas.
Navegamos los confines del mundo, y el mar dejo de ser cielo de agua ya sólo es un infinito que nos observa en piel marina agonizante.
Y entre las lágrimas de los esteros emerge una danza de oropel entre témpanos de olvido; es una voz que canta efímeras loas en arrullos de olas quietas.
Eres río henchido que se precipita bajo la montaña
Eres Inanna
Suprema en el cielo y la tierra.
Estos versos se escribieron cerca del año 4,000 A. C., ni siquiera fueron escritos en tinta sino con punzón en tabletas de arcilla, son fragmento de palabras labradas con la voz de Enheduanna o Enkheduanna, no sólo fue mujer y la primer poeta de la que tenemos conocimiento en la historia; sino también sacerdotisa y teóloga. Era Acadia, hija del rey Sargón de Akkad, nombrada por su padre como suma sacerdotisa de Nanna o Nannar, el dios-Luna sumerio, una de las mayores divinidades del panteón mesopotámico, en Ur.
Si se gira un poco el punto de vista, el sol son los ciclos diarios y cotidianos pero la luna representa los ciclos más largos, los relacionados a la perennidad y a la trascendencia del alma, son el vínculo entre vida y “un más allá”, revelado sólo a los elegidos e iniciados. Con este poema de Enheduanna queda evidente como la raíz de poeta y vate, que significa tanto adivino como poeta se vincula entre la profecía y la palabra, es el que nombra porque posee el poder para contactar el alma y logra generar con sus visiones una conexión entre el mundo vivo y el mundo del espíritu. Por ello, la sacerdotiza, escribas y pitonisas es poseedora de una comunicación divina y del conocimiento. Sin embargo; a pesar de su talento e importancia Enheduanna o Enkheduanna fue expulsada del templo y desterrada, dejando tras de sí estas palabras que han sobrevivido como testimonio de su lamento:
“Yo, la que alguna vez se sentó triunfante
fui arrojada del santuario,
como una golondrina (Lugalanne) me hizo volar por las ventanas,
y mi vida se fue consumiendo.
El me hizo caminar sobre las breñas al borde del desierto
Me arrancó la corona
y me dio daga y espada: “esto es para tí” -me dijo.
Mi reflexión el día de hoy, a 4,000 años de estas palabras y en que se celebra el día mundial de la poesía, creo que es buen momento para reflexionar como las palabras, su voz, su textura, su combinación generan imágenes que nos pueden trastocar el aliento, transformar la mirada. En la poesía convergen cuerpo y espíritu y cuando se unen en armonía es que realmente podemos llamarnos seres humanos porque el espíritu y la vida se unen y comunican en una plenitud que llamamos el “ser”. La poesía es la expresión casi divina de esta unión, no es un talento es una forma del ser y su expresión. No es el “tener o hacer”; con los cuales el espíritu con sus emociones y sensaciones quedan relegados, sino un “ser”, y es posible, que ahí radique que a milenios de estas primeras líneas de una expresión del ser, del hablar con el espíritu y para el espíritu, no entre lo terrestre o humano, sino de los dioses siga siendo tan complicado poder definir ¿qué es poesía?
Yo hablo porque tú meces los follajes diría Octavio Paz milenios después de Enheduanna pero la transmutación del espíritu sigue siendo el mismo latido sin tiempo, ni orillas.
Si hay problema de visión del poema aquí el enlace al fragmento:
¿Hoy pienso quién en realidad era Medusa? Medusa era la más bella pero lo que le causo su desgracia fue ser LA MÁS INTELIGENTE, así que, como doncella se dedico a ser sacerdotisa del templo de Atenea. Ella estaba apartada y dedicada al estudio y al templo. Un día fue VIOLADA por “Poseidón, que dios o no, ni siquiera fue cuestionado por su felonía” y, a pesar de ser la víctima, fue castigada brutalmente por Atenea quien la deformó por haber sido violada y luego la expulsaron de la sociedad y del templo. Después, sólo se le buscaba para asesinarla como un trofeo a la valentía viril, se defendía volviendo piedra a sus atacantes hasta que llegó Perseo, favorecido por los dioses, quien le cortó la cabeza y después de usarla como arma para sus propias batallas, se la entregó como ofrenda a la misma diosa que la había convertido en monstruo.
Hoy, día internacional de la mujer, pienso en que las mujeres, por su pensamiento y palabra, han sido brutalmente atacadas, apedreadas, emparedadas, relegadas, enviadas a monasterios, retiradas de la vida social, injuriadas, juzgadas como brujas, encadenadas, torturadas, quemadas, linchadas, emparedadas, destruidas, desnudadas, vejadas, descuartizadas, marcadas... y, si esto pasaba con las más afortunadas y privilegiadas ¿qué sucede con las mujeres obreras, esclavas, las ordinarias mujeres del pueblo? ¿cuántas mujeres fueron entregadas como premios, vendidas, sometidas a matrimonios forzados? incluso algunas varias veces fueron vírgenes, recordemos a Lucrecia Borgia, una gran moneda de cambio para afianzar el poder del padre, fue madre y volvió a ser virgen por decreto papal para ser nuevamente casada. ¿Sólo en aquellas épocas casi prehistóricas?
No creo que lograremos conquistar una igualdad hasta que hombres y mujeres aprendamos a ser PERSONAS, VERNOS COMO INDIVIDUOS, COMO SERES HUMANOS, CON RESPETO, CON APRECIO, CON AMISTAD.
Este día de la mujer, reflexionemos sobre lo que ser individuo y ser humano implica. Rompamos los determinismos y demos un paso más... no nos veamos desde el odio, desde ese deseo de poseer y aplastar y dominar, chantajear o agredir, sino desde la amistad, porque la amistad a diferencia del “amor que Hollywood ha echado a perder con melodramas”; en la amistad se acepta al otro, se le comprende y conoce al otro como es, sin máscaras y se le aprecia por lo qué es y cómo es. Hoy podemos comenzar por aprender a ser amigos, a abrir el diálogo, a restablecer la comunicación, por ahí podemos iniciar el cambio...
Así inicio mis colaboraciones en el apartado de Miscelaneas, con colaboraciones sobre símbolos y lecturas de presagios prestidigitados en libros olvidados...
Dejo el enlace de manera fija aquí, en mi Lunario en el índice del blog.
Espero les gusten, he iniciado escuchando la voz de la tinta del Oráculo de Lorenzo Spiritu 1534, folio XXXVIII
(Lamento informar que el sitio desapareció de la web, por causas de fuerza mayor en 2016, y lamentablemente yo no guardé copia de los materiales que trabajé, por lo que sólo quedan estos principios esbozados en mi blog bajo la etiqueta de Aitana Lúa y añado esta nota en marzo de 2016)